Ir al contenido principal

El “Operativo Independencia”: prueba y horror


  • por Julián Miana para el Diario del Juicio
PH Paloma Cortes Ayusa



Aproximaciones a un ensayo sobre la  política de la vida y de la muerte

El juicio por los crímenes de Lesa Humanidad N° 12, comenzó en el mes de mayo en la provincia de Tucumán. Es una causa (La causa es otra) que reúne a varias querellas particulares y que están agrupadas, a diferencia de juicios anteriores, cronológicamente de acuerdo a como se sucedieron en 1975. El año da cuenta de que los crímenes de Lesa Humanidad juzgados en esta causa, fueron aquellos cometidos durante el gobierno de Isabel Martínez de Perón, en el marco del Operativo Independencia.

El Operativo Independencia (OI) fue el “ensayo” o la “prueba” para la puesta en marcha del plan sistemático de genocidio, perpetrado por el estado terrorista, aún en tiempos de democracia. El OI inició con el decreto 261/75, con la intención de “ejecutar las operaciones militares que sean necesarias a efectos de neutralizar y/o aniquilar el accionar de elementos subversivos que actúan en la provincia de Tucumán.” Así, en esta provincia, comenzó el terror.

En el marco del juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante el período 1975-1976 aparecen una serie de planteos, que hacen pensar que las ideas mater que llevaron al genocidio no están extintas. Ni si quiera, problematizadas.

El pasado jueves 26 de mayo finalizó la etapa que permitía la defensa de los imputados. Quedó en evidencia, entonces, no sólo cierta idea matriz de cumplimiento del deber sino una perversa tranquilidad en la asunción de la propia inocencia. A la vez, cada uno de los abogados defensores demostró un estrecho vínculo ideológico a ese deber hacer que tuvo sus excesos, y una legitimación absoluta de la política sobre la vida, o biopolítica llevada a cabo por sus defendidos. Este último aspecto, será el objeto de mi análisis. Tomaré como referencia a Gabriel Giorgi en su ensayo “Formas Comunes”, considerando la idea y los planteos sobre la biopolítica. Se parte de la consideración que al plan sistemático de exterminio lo acompañó la mencionada política sobre la vida como uno de sus basamentos ideológicos.

El existió del orden de lo “operativo” cuando, en la primera etapa del juicio oral,  el fiscal ad hoc Dr. Pablo Camuña leyó caso por caso los nombres de las víctimas, de los imputados, y los crímenes por los que se los imputaba. La defensa planteó que los crímenes eran los mismos que en otros juicios, entonces ¿Qué sentido tenía nombrar caso por caso y víctima por víctima?

Al respecto digo con Giorgi que se toman decisiones acerca de qué cuerpos y qué vidas son memorializados, inscritos, recordados, y qué cuerpos y qué vidas son simplemente arrojados al ciclo indiferenciado de la materia sin inscripción jurídica, cultural o social. Tal decisión constituye evidentemente la distinción entre persona y no-persona[1]: persona no refiere solamente a las vidas a proteger sino también a las vidas a recordar, a narrar, a memorializar. Esa decisión de inscribir ciertas vidas, ciertos cuerpos que en la materialidad aún no están presentes, dentro del entramado social, es la disputa que presenta la fiscalía al proceder a nombrar víctima por víctima, caso por caso, más allá de la enorme extensión. Hay que aclarar que según Giorgi, la decisión  de la inscripción de los cuerpos en la memoria social no es ontológica, es política. No habla de negar la existencia de la vida, sino de que ese cuerpo tenga la categoría de persona.

La política de la negación de la vida en la memoria, a la vez, tiene complicidad social. Por eso al momento de responder sobre los períodos pre-dictatoriales, dictatoriales, e incluso pos-dictatoriales las personas se llaman al silencio. Recurren al artilugio verbal del “no me acuerdo”, “no me meto”, “prefiero estar alejado”, “no me interesa la política”. No solo avalan indirectamente el terrorismo de estado, sino que niegan una parte propia de su historia.

A través de la desaparición y el asesinato en la clandestinidad, los genocidas pretendieron quebrar el ritual social de la muerte, escondieron los cadáveres y con eso, quisieron esconder la posibilidad de incorporar a los desaparecidos a la memoria social, de quitarlos del estatuto del bios e incorporarlos al zoé, a lo animal, a lo inorgánico. A aquello que no merece estar instituido en la memoria. Pero, dice Giorgi, el cuerpo nunca termina de desaparecer siempre deja atrás restos que funcionan como huellas de lo ocurrido. Huellas que rebasan lo simbólico, para inscribirse en lo corporal.

Por eso, es necesario mantener los juicios a los represores y genocidas y que esos juicios sean públicos, ya que este mecanismo permite que se conozcan las denuncias, (y en el caso de una sentencia) los culpables, las complicidades, en fin permite poner en evidencia el plan sistemático para el genocidio de la población argentina.

Se hace necesario también, exigir políticas que permitan encontrar esos restos. No solo para devolverle la identidad a un cuerpo que ha sido despojado de ella, sino para devolver ese cuerpo a la vida en la memoria, para devolver la memoria a la comunidad y así, reconstruir la historia.


[1] Las cursivas son del autor

Comentarios

Entradas populares de este blog

Para vos

Aquí vamos. Acercando cada uno los pedacitos en los que quedamos. A ver si entre todos podemos rearmar este espacio. Rearmarlo y rearmarnos. Siempre supimos que eras inmensa, te lo dijimos de miles de maneras. Y ahora nos tenemos que hacer cargo de la inmensidad que quedó en nuestras manos. No sabemos cómo seguir. Vamos empezando a caminar pasito a pasito. Como aprendiendo de nuevo, porque nos cuesta mucho caminar sin vos. Sabemos que tenemos que recuperar la alegría. Y defenderla. Pero sabemos también que no nos vamos a despedir de esta tristeza. Que tenemos que abrazarla y saberla nuestra. Tampoco sabemos cómo lo vamos a hacer, pero lo vamos a hacer. Cómo no recordar tu sonrisa. Tu sonrisa y sobre todo tu risa. Esa risa desparpajada que podía llenar los rincones más oscuros. Que retumbaba en las paredes. Y que ahí se quedó, retumbando en todas las paredes que te escucharon. Cómo sacarse de la cabeza tu voz. La socarrona y divertida. La profunda y reflexiva. Los matices de tu voz f

Comienza el juicio más grande por delitos de lesa humanidad en Tucumán

por Valeria Totongi para el Diario del Juicio Son 270 víctimas. 20 imputados y otros 20 a la espera de que la Justicia confirme su procesamiento. Más de 1.400 testigos. “Operativo Independencia” es el juicio más grande no sólo en cantidad de involucrados, sino también el más emblemático de nuestra historia reciente. Durante más de 1 año (es lo que se calcula que durará todo el proceso) se escucharán testimonios de sobrevivientes, de familiares de víctimas y de expertos, con lo que se buscará reconstruir qué pasó entre febrero de 1975 y marzo de 1976 en Tucumán. Es que -en nuestra provincia- el horror del genocidio empezó a desplegar sus alas negras meses antes de que el martillo militar golpeara al Estado argentino, en marzo de 1976. El 9 de febrero de 1975, en cumplimiento del Decreto 261/75 de la entonces presidenta constitucional María Estela Martínez de Perón,  se convertía a la provincia en territorio de ocupación. A partir de la instalación de más de 20 unidade

NATALIA, SIEMPRE PRESENTE

(Por Ana Melnik) Natalia Ariñez, nuestra Nati, nuestra compañera Nati, no está ya con nosotros. La ausencia de Nati es una certeza dolorosa, la confirmación cotidiana de algo que no deja de ser irreal. Porque estoy escribiendo la nota para este Diario que nunca imagine escribir, y porque hablar de ella en pasado contradice asombrosamente su forma de estar presente, ahora mismo. Nati es presencia que trasciende cada día que pasa. Fue una de las gestoras e impulsoras de este proyecto de comunicación colectiva. Este Diario del Juicio, que nació como un espacio de socialización de los juicios orales por los delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar- y ahora Operativo Independencia-, que tuvo su inicio en el 2012, con la Megacausa Arsenales II-Jefatura II. Natalia fue una de las editoras de este Diario, junto a Carolina Frangoulis, y administradora de este Blog. En estos momentos, cuando la recuerdo, pienso en nuestra tarea compartida, en una Nat